Saber comunicar lo correcto es la llave para ganar una elección. Pero, ¿cómo saber qué comunicar y sobre todo cómo saber cuál es la imagen correcta de un candidato? La respuesta es sencilla… utilizando la Semiótica Política y dicho en palabras mas simples, realizar un Estudio Semiótico® que servirá como la guía estratégica para la comunicación de la campaña electoral.
He mencionado que el Imaginario Colectivo es el conjunto de creencias, signos e ideas que existen en una sociedad, sin importar su tamaño: Municipio, Estado o País.
Ahora bien, el Imaginario Colectivo no responde a lo que «dice» un candidato, responde al por qué y cómo lo dice, dicho en palabras sencillas, responde a lo que le resuene y haga sentido en sus creencias profundas… en su verdadero sentir.
Tomemos el ejemplo de un signo: el candidato. Éste tendrá una significación distinta a lo largo de la duración de su campaña. El significado se mueve en mayor o menor escala dependiendo de la duración de la campaña. En algunos casos es necesario realizar varios estudios cuando las campañas son muy intensas o muy prolongadas. Los significantes del candidato se deben de ajustar constantemente a las expectativas de los electores, es decir, del Imaginario Colectivo. La comunicación asertiva es saber conectar esos significantes con el sentir de las personas.
La gente no va a adherir a una simple imagen de un candidato, por ejemplo, una campaña mal pensada es aquella que se conceptualiza a partir de encuestas tradicionales que solo dan tendencias superficiales mas las conclusiones que «asumen» los estrategas y publicistas, quienes por falta de información del verdadero sentir del Imaginario Colectivo, lanzan mensajes que se vuelven absurdos, causando enojo o indiferencia en el Imaginario Colectivo. Esa imagen, que con buena intensión se considera bienpensada termina siendo un mero reflejo de algo sin contenido. Es lo que todos ven y es lo que nadie retendrá en su memoria. Lo mismo ocurre con los discursos, palabras e imágenes que no tienen un soporte fundamentado en escencias, es decir, en lo que verdaderamente siente el electorado. Su nivel será el de un discurso superficial y vacío.
En Resumen:
La semiótica aplicada al discurso e imagen política logra que el candidato adhiera a una identidad que resuene en la memoria emocional de las personas. Tal identidad despierta un sentimiento de aceptación y credibilidad.